| Fumar es un placergenial, sensual.
 Fumando espero
 al hombre a quien yo quiero,
 tras los cristales
 de alegres ventanales.
 Mientras fumo,
 mi vida no consumo
 porque flotando el humo
 me suelo adormecer...
 Tendida en la chaise longue
 soñar y amar...
 Ver a mi amante
 solícito y galante,
 sentir sus labios
 besar con besos sabios,
 y el devaneo
 sentir con más deseos
 cuando sus ojos veo,
 sedientos de pasión.
 Por eso estando mi bien
 es mi fumar un edén.
 
 Dame el humo de tu boca.
 Anda, que así me vuelvo loca.
 Corre que quiero enloquecer
 de placer,
 sintiendo ese calor
 del humo embriagador
 que acaba por prender
 la llama ardiente del amor.
 
 
 | Mi egipcio es especial, qué olor, señor.
 Tras la batalla
 en que el amor estalla,
 un cigarrillo
 es siempre un descansillo
 y aunque parece
 que el cuerpo languidece,
 tras el cigarro crece
 su fuerza, su vigor.
 La hora de inquietud
 con él, no es cruel,
 sus espirales son sueños celestiales,
 y forman nubes
 que así a la gloria suben
 y envuelta en ella,
 su chispa es una estrella
 que luce, clara y bella
 con rápido fulgor.
 Por eso estando mi bien
 es mi fumar un edén.
 |