Te redujo a escombros la fría piqueta
Y al pasar de noche mirando tus ruinas,
Este milonguero se siente poeta
Y a un tango muy triste le pone sordina.
Entre aquellas rojas cortinas de pana
De tus palcos altos que ahora no están,
Se asomaba siempre Madama Ritana
Cubierta de alhajas, bebiendo champán.
Entre risas alegres y chistes
Siempre estaba apenada Renée,
Y de verla tan linda y tan triste
Fue por eso que me enamoré.
Hoy, ni ella está más en la sala
Ni tampoco entro yo al cabaret,
Se vinieron abajo tus galas
Bullanguero y cordial Chantecler. |
En las noches bravas en que el tango era un rito
Y el alcohol ponía los ojos brillosos,
Entraba Razzano del brazo ´e Carlitos
Los dos tan hermanos, los dos tan famosos
Ya no queda nada y aquello no existe
Ni tus bailarinas ni tu varieté,
Príncipe Cubano, te veo tan triste
Pasar silencioso frente al Chantecler.
Autre version des strophes 5 et 6
En la noches bravas que el tango era un rito,
vibraba la sala con ritmo nervioso,
porque en ese entonces estaba Juancito
tallando en su orquesta su estilo famoso.
Ya no queda nada y aquello no existe,
ni tus bailarines ni tu varieté.
Te veo muy triste pasar silencioso,
Príncipe Cubano, frente al Chantecler. |