¿Me da su permiso, señor comisario?... Disculpe si vengo tan mal entrasao; yo soy forastero y he caído al Rosario, trayendo a los tientos un güen entripao. Quizá usted piense que soy un matrero; yo soy gaucho honrao a carta cabal; no soy ni borracho ni soy un cuatrero. Señor comisario... yo soy criminal...
Arrésteme, sargento, y póngqame cadenas;
si soy un delincuente,
que me perdone Dios,
yo he sido un criollo güeno, me llamo Alberto Arenas; señor... me traicionaban, y los maté a los dos. Mi china fue malvada, mi amigo era un sotreta. Mientras yo fui a otro pago me basureó la infiel; las pruebas de la infamia las traigo en la maleta: las trenzas de mi china y el corazón de él.
No apriete, sargento, que no me retobo; yo quiero que sepa la verdad de a mil: la noche era oscura como boca'e lobo... testigo solito, la luz de un candil. Total:... cuasi nada, un beso en la sombra... Dos cuerpos cayeron y una maldición. Y allí comisario, si usted no se asombra, yo encontré dos vainas para mi facón.
¡Arrésteme, sargento,
y póngame cadenas!...
¡Si soy un delincuente,
que me perdone Dios! |
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