Le has abierto la puerta
A la verdad muy cansada,
Que estaba triste en las sombras
Por los hombres olvidada.
Y me enseñaste que Dios
Él vive en todos nosotros,
Y su voz está en tu voz
Y su ternura en tu rostro.
Tenés el alma en el cielo
Y el corazón en la tierra,
Y decís a tu manera,
Las cosas que Dios quisiera
Que en el mundo sucediera.
Francisco, sos el amigo
De toda la humanidad,
El Vicario elegido,
Un jesuita bien nacido
Mensajero de la paz.
Es tu mensaje a la gente
De fe, de paz y esperanza,
Si todos ponemos ganas
Inclinamos la balanza.
Y siempre dices que Dios
Él vive en todos nosotros,
Y su voz está en tu voz
Y su ternura en tu rostro. |
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