Yo soy un sueño caminando por las calles
Que de pronto se hace tango, al conjuro de un recuerdo,
Ahora mismo que transito por Corrientes,
Ya desierta, ya sin gente, - media noche y crudo invierno -.
A quién le explico que “ella” me tomó del brazo
Que sus pasos y mis pasos se volvieron a encontrar,
A quién le digo que es mi sombra enamorada
Y que siempre es “la invitada”, que no tengo que invitar.
Y de pronto son las musas
De Discépolo y de Manzi,
Que penetran con sus tangos
En mi templo emocional.
Rebotando con sus voces
Contra los viejos “Lacroze”
Justo frente al “Nacional”.
Musa mía... no abandones, no me dejes...
Porque el día que tu paso se detenga
Mi corazón perdido, también se detendrá.
Yo soy un sueño caminando por las calles
Que de pronto se hace tango, al conjuro de un recuerdo,
Y de mi brazo, como siempre, enamorada
Va mi musa, “la invitada”, que me está dictando versos.
Yo tuve otra con la cual siempre me vieron
Musa y besos que se fueron, para nunca retornar,
¿A quién le digo que a mi lado va su sombra
que me besa y que me nombra, cuando estoy en soledad?
Enviado por: Carlos Marchese |
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