Nació en Villa Domínico, una localidad cercana a la ciudad de Buenos Aires. Su carrera profesional comenzó muy joven, en 1929, integrando formaciones del elenco de Radio Splendid que acompañaban las actuaciones de los cantantes. Además, colaboraba en sus presentaciones en los escenarios porteños y en las giras al interior del país.

Tiempo más tarde, en 1932, ingresó en la orquesta de Federico Scorticati para actuar en Radio Belgrano. La formación sonaba muy bien y estaba integrada por Jaime Gosis, luego remplazado por Héctor Stamponi (piano), Scorticati, Domingo Triguero y Horacio Gollino (bandoneones), Braña, Emilio González, Víctor Felice y Osvaldo Ponzoni (violines) y Fermín Fava (contrabajo).

A partir de 1936, fue transitando por varias orquestas, pasó por la de Luis Brighenti; en la década siguiente, por la de Juan Carlos Cobián —en 1943—, y por la de Ángel D'Agostino. Asimismo, colaboró con otras formaciones, en muchas de ellas como arreglador, y dirigió agrupaciones propias para hacer actuaciones en clubes y teatros.

En 1956, fue violinista y, en ocasiones, arreglador, en la orquesta de Alfredo De Angelis, cuya fila de cuerdas compartía con, Wenceslao Cinosi, Hipólito Carón, Ángel Raúl Vilar y el contrabajista Hugo Besnati.

Además, pasó por la orquesta de Domingo Federico y, en 1958, fue convocado por Fulvio Salamanca, donde tuvo como compañeros de arcos a grandes colegas, entre los que podemos mencionar a Elvino Vardaro, Hugo Baralis, José Nieso, Raúl Domínguez, Eugenio Nápoli y Benjamín Gisbert.

A principios de 1960 formó un conjunto para acompañar a Elena Maida y Rubén Cané, como lo testimonian las fotos que aparecen en las revistas Cantando del 16 de febrero de 1960 y del 1 de marzo del mismo año.

En el año 1965, con orquesta propia, acompañó a Carlos Dante en sus últimas grabaciones, para los sellos J Music y Discofonía, hicieron 14 temas. También, participó en los registros finales de Juan Carlos Cobos, en 1978.

Es autor de “Pobre gato”, su primer tango que data de 1927; luego formó sociedad autoral con el letrista Enrique Gaudino —el autor de “San José de Flores”— y surgieron: “Apadrinando” (vals), “Voz de barrio”, “Jirón de suburbio”, “Con un silbido en los labios” —en colaboración con Tito Ribero—, “El día que regreses”, “En celeste y blanco”, “Lo llevo en la sangre”, “Me gusta un tango así”, “Nunca te podré olvidar”, “Tiento crudo”.

También construyó otra dupla creativa con el bandoneonista Damián Ficarra: “Milonga del setenta”, “Milonga para el noventa”, “Melodía infinita” —en colaboración con José Dames—, “Tiempos de antes” —en colaboración con Liber Carmelo Locascio—, “Yo soy de Leandro N. Alem”.

Además de los mencionados: “Infierno de amor” y “Si me dejaras soñar” —en colaboración con Francisco Derkahez y Reinaldo Yiso—, “Dejame así” —en colaboración con Domingo Triguero y letra de Oscar Rubens—, “Ni el olvido” —con letra de Carlos Antonio Russo—, “Nubes que pasan” —vals, con letra de José Antonio Froján—, “Otra vez Percal” —en colaboración con Ángel Benito Baya y Reinaldo Yiso—, “Solamente él” —en colaboración con Derkahez y Ángel Di Rosa—, “Un piano en la noche” —con José Colángelo—, “Uno dos y tres” con Ricardo Malerba.

Nuestro agradecimiento para el amigo Daniel Araque —quien comenzó la investigación— y para los amigos colombianos, José Duvel Gómez Giraldo, por la información publicada en Todo Tango y Sergio Bravo Uribe, por el disco que me envió.

                                                                            Eduardo Sibilin. www.todotango.com